La psicologí­a forense es la aplicación de los hallazgos cientí­ficos de la psicologí­a jurí­dica a las preguntas y problemas relacionados con la ley. Abarca todas las formas de actuación profesional del psicólogo cuando este actúa con un claro y definido conocimiento en su condición de experto en asuntos estrictamente legales, tales como la asistencia a las cortes, a las partes interesadas en los procedimientos legales y en todas aquellas agencias administrativas, judiciales y legislativas.

Debido a las profundas diferencias entre la ciencia psicológica y el derecho, es claro que se hace necesario el establecimiento de un conjunto de reglas que permitan seleccionar los elementos de la ciencia psicológica, que puedan hallar un lugar adecuado dentro de la estructura propia de la doctrina legal, pero no es tarea fácil porque en la práctica se complica un poco si se tiene en cuenta la postura que asumen cada una de las diferentes corrientes o enfoques existentes en psicologí­a, estas reglas deben facilitar el trabajo del psicólogo experto, por ejemplo, en el caso del testimonio pericial presentado en los juicios, quien realizará un trabajo acorde con los últimos avances cientí­ficos y hallazgos empí­ricos propios de su área.

En este capí­tulo se abordan entonces los enfoques o escuelas más importantes de la psicologí­a y su aporte a la psicologí­a jurí­dica, ámbito donde el conocimiento del psicólogo presta una ayuda real e importante para entender el hecho delictivo puntual que se investiga.